o al menos eso parecía...
Parecía un hola para siempre
¿Lo era?
O tal vez un hola para ser nunca.
Fueron dos miradas, dos segundos, quizás tres...
Recuerdo que era invierno
mi cuchara giraba en la taza de café.
Yo miraba por la ventana, no miraba nada, pero vi eso.
Ese cruce de miradas, ese desencuentro al mismo tiempo
¿de dos desconocidos?
Algo me dijo que no... que su libertad se reduce a ese instante.
Continúan caminando,
se pierden en la muchedumbre.
-Mirian-
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