El efecto mariposa existe. Una palabra puede generar el más terrible huracán o la más bella primavera…
Si pudiésemos anudar, en algún extremo de la brisa, una hebra del tono mas claro, veríamos, como en pocos minutos, el mundo se convertiría en un ovillo gigantesco. Tal filamento, uniría las partes mas opuestas del todo… Se teñiría de miles de colores, de intensos a suaves y luego, nuevamente a su claro natural. Tocaría todos nuestros movimientos y los conectaría al ir y venir de las altas copas de los árboles… o el baile de las alas de los pájaros y abejas… atravesarías paredes, hasta llegar a la rugosidad de las cuerdas de mi guitarra y tomaría otro rumbo, empujado por la fuerza de mi voz, que canta y dice. Se enredaría en miles de dedos y cabellos. Conocería la fuerza secreta de los parpadeos y suspiros…
De ver tal fenómeno, quedaríamos mudos… y de poder reconocer la dirección en que viaja esa energía enlazada, distinguiríamos el sentido contrario… veríamos nuestra historia, serian evidentes las conexiones, serian develadas las porciones que mueven el mundo. Sabríamos que no podemos respirar, sin que alguien más reciba nuestro aliento…Que cada movimiento propio es generado por los ajenos. Descubriríamos por fin… que somos mas nosotros cuanto más ajenos nos volvemos.
Poesía: Ariel (Extraído del zine “Las lagrimas de tus hermanos” N 5)
Gracias "Colo" por transcribir!
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