jueves, 30 de octubre de 2014

"EL FIN DE LAS TRAMPAS..."


Sin saber cómo ni de qué manera, sin siquiera porqué, resulta que tuvo que nacer. En un santiamén le exigieron que fuese bueno, que evite ser cruel, que sea grande y pequeño, fugaz y eterno. Pasaron días, meses, años y nunca logró ser lo que los demás querían. Vivió entrampado, angustiado, solitario, sin encontrar una sola respuesta.
Por fin decidió ser transparente y no adaptarse a nada ni nadie. Solo reflejar lo que sentía.

Las trampas se abrieron, la angustia se disipó y justo en ese momento pudo ser libre.  

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