“Nos prometieron que los sueños
podrían volverse realidad,
pero se olvidaron de mencionar que
las pesadillas también son sueños”
– Oscar Wilde-
Para muchos, los sueños son nuestros pensamientos más profundos que están ocultos en un rincón del cerebro. Estos tienen la capacidad de manejar nuestra mente al dormir y, en el caso de los afortunados soñadores, tienen la capacidad de soñar despiertos.
Al igual que familias, existen tantos sueños como soñadores en el mundo. Algunos crean fantasías de un amor imposible. Otros, al soñar, logran planificar su futuro y seguramente, si alguna persona perdió a un ser querido, en sus sueños volverá al pasado para poder abrazar o sentir a ese familiar o amigo que quedó en el camino.
Los sueños logran hacernos emocionar de alegría o de tristeza.
Ahora bien, que pasa con esos soñadores que por las circunstancias de la vida real solo logran tener pesadillas. En sus sueños todo eso es oscuro, doloroso y lo único que provoca es que ya no quieran volver a soñar.
-“Como me van a dar ganas de soñar cuando solo encuentro dolor y llanto?”.
- “No puedo soñar con lo que me va a pasar dentro de cinco años porque no se si voy a estar”.
¿A qué le atribuimos que no puedan soñar con amores imposibles o con un hermoso futuro? ¿Sus cabezas vinieron “falladas de fábrica”? ¿O sólo fueron perdiendo esos sueños donde todo es hermoso, por el entorno que los rodea?
Tal vez sea tan sencillo o tan complejo como cambiar su realidad, ¿Cómo pretender que sueñe con un futuro sino logramos asegurar su presente?
Sería muy lindo vivir de los sueños, pero para algunos soñar no es nada fácil.
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